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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Saturación prenavideña, o como lo exclusivo deja de serlo

Hacía mucho tiempo que no me veía inmersa en la sección de juguetes de un centro comercial y la experiencia ha sido, cuanto menos, peculiar.

Lejos de pensar que nuestros pequeños, con esa gran diversidad de juegos y muñecos, se divierten más de lo hacíamos los que nacimos en los 70, pienso que deben sentirse saturados, abrumados por tanta variedad. Quizás no. Ellos no van a comprar, sólo piden. Son sus mayores los que no saben ni por dónde empezar...

Lo que más me llamó la atención fue que aquella mascota que era mi preferida en la infancia, Hello Kitty, podías encontrar cualquier producto, apto para menores, que pudieras imaginar. Recordé que cuando era niña sólo vendían cosas de esta gatita, o eso me decía mi madre, en la tienda "Cosas", que estaba en la Plaza de Felipe II de Madrid. De aquellas, entrar en aquel espacio era para mí como entrar en el paraíso, mucho más cuando convencía a mamá de que me comprara "algo de Hello Kitty pero no muy caro" (que bien enseñada me tenían). A veces salía de la tienda con algo de Cuca Dols, que no molaba tanto, pero creo que era más barato, y además estaba feo exigir regalos fuera de Navidad o cumpleaños (en mi caso estas fechas coinciden), así que salía de la tienda tan contenta.

Los niños ya no piden una mochila, una guitarra, un "Quién es Quién" o un ordenador en genérico. Lo piden de la gatita en cuestión, de la esponja o de otros que no sé ni cómo se llaman. Tan pequeños y ya fijándose en la etiqueta... Yo hacía lo mismo (con menos alternativas, eso sí), otra cosa es lo que me compraban...

De un tiempo a esta parte le estaba cogiendo manía a Hello Kitty, pero después de tanta saturación me voy a pensar si seguir conservando mi primer monedero, que yo creía casi exclusivo... bueno, pensaré que de entonces lo era y que ahora es vintage.

3 comentarios:

  1. Qué bueno Sonja, me has hecho recordar, ¡yo también escuché sobre la tienda cosas! Y también había una, la única de todo Madrid donde vendían unos cromos que se 'llevaban' en mi cole!

    Es muy interesante pensarlo, el año pasado, unos primos de mi padre vinieron de Cuba con su hija, por primera vez salían de la Isla, cuando fueron a comprar cosas, en una tienda donde había muñequitos y juguetes, la niña se puso a llorar. En la cena estaba impresionada aún, nunca había visto tanto y empezaba a querer todo!

    En fin, pero me hiciste recordar, qué bonito. La primera nintendo también es Vintage ahora, la ví en un bar de decoración! jaja

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  3. También yo oí mentar la tienda Cosas. Y sí, tu monedero es vintage, definitivamente.

    Mis hijas piden aún al modo tradicional, porque son bastante pequeñas, pero esa corriente las arrastrará.

    Los padres desbordados, pero eso no es lo peor. Lo peor es que los niños tienen tanto que se cansan enseguida. Me da una lástima de los juguetes, abandonados a su suerte tan pronto...

    Precioso. Un beso

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